¿Qué es la densidad del colchón?
La densidad de colchones indica el peso del material por unidad de superficie y se mide en kilogramos por metro cúbico (kg/m³).
Esta característica es crucial para determinar la durabilidad de un colchón, especialmente en lo que respecta a las espumas y al látex, puesto que los los muelles no se ven afectados por ella.
Además de en su periodo de vida útil, la densidad de la espuma [1] también repercute en el nivel de confort del colchón.
Una espuma de alta densidad es más firme y ofrece mayor apoyo.
A su vez, una densidad baja hace la pieza más blanda y soporta peor la presión que se ejerce sobre la pieza. Así lo hemos comprobado en nuestro centro de pruebas de productos del sueño.
En el caso concreto de los colchones viscoelásticos, a mayor densidad de la espuma, más tiempo les llevará volver a su forma original tras cada presión corporal. La densidad influirá, pues, en el efecto acogida.
Dicho esto, los mejores colchones están compuestos, no por una, sino por varias capas de espumas diferentes y con densidades distintas.
¿Por qué prestar atención a la densidad de los colchones?
Porque incide en asuntos clave como su durabilidad (el periodo de vida útil de un colchón de alta densidad es mayor) su dureza y peso (si la densidad es alta, la espuma es más rígida y pesada) o la elasticidad del colchón. Una serie de asuntos que repercuten en la comodidad del colchón.
¿Cómo calcular la densidad de un colchón?
Ahora que ya sabes qué es la densidad de un colchón y cómo influye en la comodidad, te contamos cómo calcularla para asegurarte de que esta se ajusta a lo que necesitas.
Imaginemos que compramos un colchón de espuma que pesa 65 kg y mide 2,5 metros de diámetro. Para calcular la densidad de un colchón dividiremos el peso de la pieza entre la cantidad metros cúbicos. El colchón de nuestro ejemplo tendrá, por tanto, una densidad de 26kg/m³.
Los fabricantes suelen indicar la densidad media de cada capa o, en su defecto, la media de todas las capas que componen el modelo.
Por lo general, esta osscila entre los 25kg/m³ y los 80kg/m³, siendo las siguientes más comunes en la actualidad:
La densidad de los colchones según el material
Material | Densidad baja | Densidad media | Densidad alta |
Espuma de poliuretano | -25 kg/m³ | Entre 25 kg/m³ y 30 kg/m³ | +40 kg/m³ |
Espuma viscoelástica | -50 kg/m³ | Entre 50 kg/m³ y 80 kg/m³ | +80 kg/m³ |
Látex | -70 kg/m³ | Entre 70 kg/m³ y 85 kg/m³ | +85 kg/m³ |
👀 Cada una de estas espumas, además de tener densidades distintas, cuenta con unas propiedades diferentes. Motivo por el que te recomendamos revisarlas bien y repasar qué ofrece cada una antes de comprar un colchón.
¿Cuál es la densidad adecuada para un colchón?
Para poder determinar la densidad adecuada para tu próximo colchón es fundamental revisar, además de los aspectos citados previamente, tu peso y la postura que adoptas al dormir.
Densidad y morfología
Los durmientes de menor complexión y peso podrán optar por colchones densidad baja o media. Sin embargo, los durmientes más corpulentos y de pesos de más de 90 kg deberán optar por un colchón de gran densidad.
Densidad y posición al dormir
La postura que adoptas al dormir también influye. Si eres de los que dormita en posición lateral, requerirás de una espuma de menor densidad para que recoja hombros y caderas, alineando correctamente tu columna vertebral.
Si, por contra, duermes boca arriba o boca abajo, te recomendamos escoger una espuma de densidad alta para evitar que tu cuerpo se hunda y tu columna se desalinee durante las horas de sueño.
¿Cómo influye la densidad de los colchones en su comodidad?
La densidad del colchón influye a diferentes niveles [2] en la respuesta de la pieza.
Una colchón de alta densidad ofrecerá mejor soporte, independencia de lechos, elasticidad y durabilidad, mientras que uno poco denso, será más transpirable.
Dicho esto, veamos cómo afecta la densidad del colchón a determinados factores clave que deberías tener en cuenta a la hora de comprar un colchón nuevo:
Durabilidad
Cuantas más espumas de gran desnidad, mayor durabilidad del colchón. Y es que estas evitan que la pieza se hunda y se deforme tan rápido como lo hacen los modelos con pocas capas de espuma o espumas poco densas.
Acogida
La espuma de gran densidad recoge y envuelve el contorno corporal que las espumas de menos densidad. Estas ofrecen, además, un soporte óptimo en los diferentes puntos de presión del cuerpo como hombros, espalda o caderas. El efecto acogida de los colchones de espuma densa es mucho mayor que la que brindan los de látex.
Firmeza
La densidad también incide de manera directa en la firmeza del colchón. Cuanto mayor sea la densidad de la espuma que integra la pieza, mayor será la firmeza del colchón.
Recuerda que cuando hablamos de densidad de la espuma nos referimos únicamente a la capa analizada, mientras que cuando hablamos de firmeza aludimos a la sensación general que ofrece el colchón en su globalidad.
Transpirabilidad
Las espumas de densidad baja permiten que el aire circule ágilmente por el interior de la pieza, impidiendo la acmulación de calor en su interior. Es por eso por lo que a los calurosos se les recomienda comprar un colchón con una densidad media o baja.
Respuesta al movimiento
A mayor soporte, menor dinamismo, por lo que si te mueves mucho o buscas un colchón para parejas que brinde un soporte dinámico para las sesiones de intimidad, quizás te interese comprar un colchón de látex. Esto se debe a que su respuesta es dinámica, independientemente de su densidad.
Peso
Más espuma = más peso.
El peso medio de un colchón de poca densidad se mueve entre los 15 y los 20 kg, mientras que el de los densos supera fácilmente los 30 kg.
Diferente es el caso del látex, ya que se trata de piezas que pesan de media bastante más, pudiendo, dependiendo del tamaño, pesar entre 40 y 60 kg.
Precio
La espuma de mayor densidad es, por razones obvias, más cara, por lo que los colchones con espumas de gran densidad suelen ser más caros.
Eso sí, como hemos venido repitiendo, la densidad influye en la durabilidad, por lo que debe ver a los colchones densos como una inversión a largo plazo.
Conclusión
Si quieres asegurarte de que el colchón te ofrece la comodidad y el soporte que buscas, necesitas saber cuál es la densidad de sus capas o su densidad media.
A mayor densidad, mayor acogida, confort, durabilidad e independencia de lechos. Al menos en los colchones de espuma.
Eso sí, cuanto más densa sea la espuma que contiene, más caluroso será y, casi con toda seguridad, también más caro.
Por todo ello, no hay duda: conocer la densidad de los colchones resulta fundamental a la hora de elegir el mejor colchón posible para cada durmiente.